El más reciente viaje musical de la reina de pop tiene casi 1 año de su lanzamiento, cuando el pasado 19 de junio del 2019 vio la luz en el escenario musical, Madame X, hasta ahora podría considerarse su mejor combinación de lo comercial con lo experimental.

Prácticamente todo el peso de su promoción se dejó al tiempo, algo que ya ella ha venido experimentado con sus más recientes producciones. Hemos, algunos, llegado a pensar, que Madonna hace música para luego hacer sus conciertos, porque el que tiene la oportunidad de ir a un show de Madonna, se da cuenta que no tiene necesariamente que saberse las canciones, porque resulta en toda una puesta teatral de sus historia, impresas en sus canciones y matizadas por su filosofía. Este disco fue perfecto para eso.
Un año después, todavía se siente vigente, exótico, con la simplicidad de una artista que ya no se preocupa por la controversia, sino por comunicar un mensaje y filtrar sin temor algunas denuncias importantes.

«God Control», para muchos es la obra maestra de este álbum, y no es para menos. La instrumentalización utilizada para este corte es alucinante, todo un viaje de tiempos, revoluciones, con un mensaje fuerte hacia la política de armas, pero con ganas de bailar en una música disco de las mejores de los años del Studio 54 y el mejor coro entre todas las canciones de todo el disco.
Pera vamos al principio. «Medellín» fue que abrió las puertas al mundo de Madame X, con una fusión de reguetón «light» muy reivindicado para enfrentar los ataques de los más fieles fanáticos de la diva, que como era de esperarse, iban a quedar atónitos con el exceso de protagonismo que tendría el exponente de género urbano ‘made in Colombia‘, Maluma. Ella, como si fuera poco, le cedió otra colaboración más llamada «Bitch, I’m loca». Muchos entendieron que el disco podía haber quedado perfecto sin ninguna de estas dos canciones; pero, el efecto que quizás muchas de estas colaboraciones buscan es muy parecido a la disyuntiva del huevo y la gallina, si es para darle más fama al «principiante», a juzgar por una carrera de más de 30 años, o si es para mantener a la veterana vigente y adentrarla a los gustos de los nuevos y más jóvenes fanáticos. Con el tiempo, «Medellín» terminó gustando, sobre todo después de una histórica presentación llevada a cabo en el Billboard Music Award 2019. La mejor presentación de la noche.
«Future» también fue un sencillo, y tenía en común con Medellin y Bitch I’m Loca, que era otra colaboración con el rapero norteamericano Quavo. Aquí hubo un intercambio muy cool, porque Quavo en su album «Quavo Huncho» incluyó una colaboración con ella para el tema «Champagne Rosé». Este tipo de intercambio, por mucho que funcionen, se ‘peguen‘ o no, no dejan de ser de interés a los fans que al final son los que disfrutan de discografías interesantes y amplias. Lo propio hizo con Maluma, pues el colombiano incluyó en su álbum «11:11» el tema «Soltera». Da curiosidad que los 3 temas de Madonna con Maluma no fueron reguetón puro, parece que ella debía dejar su huella pop y eso fue perfecto.
La parte más experimental y arriesgada de este álbum es «Dark Ballet». Fue la canción que algunos no entendieron porque ademas de su salto rítmico, es como su de repente cayeras en un montaje de una obra teatral-musical. Madonna hace mucho tiempo hace ese tipo de innovaciones, como cuando en «Erotica» habían canciones que en vez de ser cantadas, eran habladas sobre una base musical; es decir, cosas muy poco comunes. Esto le da un valor enorme al disco, porque «Dark Ballet», que empieza con beats de rap, se transforma en un piano enloquecido, digno de «El Cisne Negro», una voz robótica y burlesca hasta terminar con una melodía nostálgica y respiros de muerte. Este tema es todo un espectáculo creativo.
Things have got to change
There’s a storm ahead
«Batuka» es la canción que te dice lo que el álbum entero quiere significar. «Batuka» sorprende con una base tribal y sintetizados de Trap pero con unos coros de mujeres luchadoras y con una gran historia. Ésta es la canción que te deja claro que Madonna todavía tiene muchas novedades que ofrecer al mundo de la música. Estos beats de Madame X son sorprendentes, porque suenan cuando nadie se lo espera, como el caso de «Killers who are partying» que termina de manera alucinante, igual como «Extreme Occident» que como su nombre lo dice, te hace terminar en un ritmo estilo árabe.
«Crave» y «Faz Gostoso» repiten el escenario de colaboraciones, solo que una es una balada R&B y la otra un regalo para Brasil, a manera de homenaje por su contagioso ritmo de samba.
La cereza de este pastel la puso «I don’t search, I find» y volvemos a hacer remembranzas con su icónico álbum «Erotica» porque para sorpresa es psicodélico como «Fever» y algunas partes de esta canción son habladas, estilo al que Madonna le ha sacado un gran partido. Fue un excelente tema para esta producción tan magistral.
Cause you’re the one I crave
And my cravings get dangerous
Madonna siempre ha sido una baladista muy buena, con canciones de esas que te inspiran a encender mecheros en los conciertos. el componente ‘balada perfecta’ que siempre tienen sus discos, lo llevó, en Madame X, la canción «Looking for mercy» que a cualquiera le pone el ambiente nostálgico y melancólico de una manera dramática, pues contrasta con el folk que predomina en esta producción. Esta bala te envuelve en un ambiente apocalíptico, como cuando ya todo se ha consumado y tienes que resurgir de las cenizas.
«I rise» no podía cerrar mejor esta gran producción que se convirtió en un himno a la superación y permitió que la estrella viera viralizar algunos videos con este tema de fondo en personas confinadas, sobre todo en Italia, donde el Covid-19 golpeó muy fuerte.

Otras versiones de este disco que se lanzaron para coleccionistas, se llevaron consigo algunos tracks estupendos pero que al parecer no fueron merecedores de pertencer a la versión standard. «Ciao Bella» «Funana» y «Back that up to the beat» cumplen su cometido de hacer la versión ‘Deluxe‘ muy apetecible para los verdaderos fans.
Si el propósito de Madame X era recordar lo perfecta que Madonna podía llegar a ser, cuando se lo propone, entonces cumplió su misión. Desde «Ray of Light» no teníamos experimentos arriesgados, donde la reina del pop se iba a alguna parte del mundo a buscar inspiración y ritmos, como fue el caso con esta producción y su marcada influencia portuguesa. Ya Madonna no suena en la radio como en sus años de gloria, pero la calidad está ahí y se queda como una gran reserva de excelente música para la posteridad, una referencia para nuevas generaciones y para que esas nuevas figuras de la música universal tomen nota de cuál es el rol de esta profesión. Su música que no envejece, te da más que entretenimiento, es aprendizaje, acercarse a otras culturas y transformar esas influencias a tu favor, mantenerse vigente pero comunicando un gran mensaje como solo Madonna lo sabe hacer.