
Por Manuel Oviedo
Hace unos años atrás tuve la dicha de estudiar en un colegio bilingüe llegando a dominar el idioma Inglés, luego de eso me fui a la universidad y estudié contabilidad pero, a pesar de ser contador y hablar Inglés no conseguía el trabajo deseado.
Al cabo de 1 año conseguí trabajo como contador en una escuela de idiomas, allí mi experiencia como contador fue creciendo a la vez que sentía la necesidad de hablar otra lengua, como contador tuve el privilegio de poder estudiar cualquier lengua, y al principio pensaba en estudiar italiano, pero era como aburrido hasta que me decidí por el Francés.
Al momento que empecé a estudiarlo me fui envolviendo más en la belleza, delicadeza y ventaja de este idioma, fue un poco difícil porque, al igual que en el español, los verbos se conjugan varias veces y tiendes a confundirte con facilidad, pero, al momento que vas tomando el hilo del asunto las palabras suaves y oraciones completas empiezan a salir de tu boca. Digo ventaja, puesto que a raíz del manejo de este idioma me llevó a ser parte en mi area (contabilidad) de una de las organizaciones más grandes del mundo (ONU) permitiéndome crecer profesionalmente, conociendo personas de otras culturas y abriéndome puertas que años atrás no imaginaba.
Es exhausto trabajar en 3 idiomas a la vez y con números, pero la satisfacción personal y profesional que deja es muy gratificante.
Antes era un mito hablar Frances, ahora hay lugares donde se puede aprender y creanme que muchas organizaciones al igual que la mía, requieren personas con el manejo de esta lengua. No nos limitemos aprendamos otro idioma aparte del nativo y conozcamos más de otra cultura a través de su lengua materna.