Cada vez que cosas como éstas pasan desapercibidas por las autoridades de tránsito, es más lejana la posibilidad de seguir manteniendo la esperanza de que algún día viviremos en un país civilizado.
La magnitud del peligro que implica transitar en un camión lleno de arena, sin que se evite algún tipo de derramamiento que ponga en peligro a los demás. Es más alarmante saber, que sin ningún tipo de inconvenientes, este camión pasó por delante de dos autoridades, la asistencia vial y los AMET.
Luego vienen los lamentos, cuando accidentes que marcan familias suceden cuando habría sido más fácil colocar, por lo menos, una miserable lona.